Fantasticómetro: los relatos fantásticos bajo la lupa
Si preguntamos a nuestros alumnos qué textos literarios fantásticos conocen, seguramente nos toparemos con una situación como esta: los chicos responderán con ejemplos (Narnia, Harry Potter, La pata del gorila, Drácula) de obras que no podremos conciliar con las definiciones tradicionales acerca del género. Quizá nuestra primera reacción sea aferrarnos a nuestra formación y tratar de separar lo "fantástico" de "lo maravilloso" y hacer que los niños reconozcan las características del género en algún texto literario que les demos para leer.
El material que proponemos a continuación está pensado para identificar subtipos de relato fantástico, como puntapié para hablar de sus características y como instrumento para reforzar la argumentación de los alumnos cuando les pedimos justificar sus observaciones. Lo hemos llamado "fantasticómetro" o "medidor de fantasía en la literatura"; mediante algunas preguntas, el instrumento nos ayudará a razonar e identificar la categoría de una novela sobre cierto conde transilvano. Para esto nos basamos en dos cosas: primero, en una propuesta de la Prof. Laura Piccioni; segundo, en una revisión de la teoría de la literatura fantástica efectuada por la investigadora Farah Mendlesohn (2008).
Algunas reflexiones necesarias
Quizá intentemos con todos nuestros esfuerzos que los alumnos identifiquen Harry Potter o Alicia en el país de las maravillas como casos de relato maravilloso y no fantástico. Aún así los chicos siguen diciendo que se trata de "fantasía" o de relatos "fantásticos". Algo no está bien, y no creo que radique lo que los alumnos dicen o piensan. Más bien, creo que las teorías a las que estamos recurriendo no tienen el poder explicativo suficiente para dar cuenta de los modos de leer y de la lectura como parte de una producción cultural más amplia.
En manuales y portales web se recurre una y otra vez a la famosa formulación de Todorov (1968, p. 24) para quién "Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre; en cuanto se elige una respuesta u otra, se abandona lo fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño o lo maravilloso". Esta definición ha sido criticada por teóricos que la consideran sumamente restrictiva (serviría sólo para dar cuenta de Otra vuelta de tuerca o de Casa tomada y poco más). Como teoría es demasiado problemática ya que sugiere que "lo fantástico propiamente dicho habría durado apenas unas décadas del siglo XIX" (Gandolfo, 2005).En definitiva, es una formulación producto de su tiempo y, en situaciones de enseñanza, conflictiva para dar cuenta de lo que un lector "no especialista" puede reconocer como "fantástico". No se trata de una teoría que tenga en cuenta la lectura.
Rosemary Jackson (1986) aborda lo fantástico como un modo antes que como un género. Así, enfatiza el aspecto psicoanalítico, el tema del doble o del otro como amenaza y el poder subversivo de la literatura fantástica. Sin embargo recae en muchos de los mismos argumentos restrictivos de su par, siendo el escapismo de "lo maravilloso" el más problemático de ellos.
Como señala Clara Martínez (2013) en su reseña de las teorías en torno a este tema, aparecen en el siglo XXI nuevos aportes que se acercan a describir la literatura desde "una aproximación clara al público que consume este tipo de literatura", es decir, a los lectores. La propuesta de Farah Mendlesohn en Rhetorics of fantasy (2009) es una propuesta integral y en ella nos basaremos. La investigadora ofrece un esquema que se centra en considerar la fantasía en sus propios términos, y no en los de literatura mimética o ficción realista. Se basa en el agrupamiento de los textos literarios a partir de topos o motivos recurrentes y en el aspecto retórico: ¿cómo es la relación que el narrador construye con aquella situación o fuerza sobrenatural? ¿cómo es el mundo diegético?
Mendlesohn propone cuatro categorías que utilizaremos para confeccionar el fantasticómetro.
▪ Relatos inmersivos (immersive): El protagonista es un nativo de un mundo "secundario" sin contacto con el nuestro. Se dan por sentado ciertas características de ese mundo, lo cual impacta en una construcción de la voz narrativa y en el hecho de que "el lector tiene que ir extrayendo las normas de ese nuevo mundo a medida que lee" (Martínez, 2013). Este tipo de textos es el que más se acerca a la tradicional categoría de lo maravilloso y de la fantasía épica. Ejemplos: Un mago de Terramar (U. Le Guin), El señor de los anillos (Tolkien), Historia de los cuatro rumbos (M. Averbach), Juego de tronos (G. R. R. Martin)
▪ Relatos de cruce y búsqueda (portal-quest): implican el cruce (efectivo o metafórico) de un portal que articula al menos dos mundos. En estas historias, el protagonista normalmente lleva una existencia normal, en el mundo que los lectores identificamos con el nuestro y se ve transportado a otro donde con frecuencia tiene que llevar a cabo una gran misión. Esta categoría permite que, por medio de los ojos del protagonista narrador o punto de focalización se expliquen las normas fundamentales de este nuevo mundo. El portal que se cruza puede llevarlo hacia una especie de submundo o parcela de nuestra misma realidad que permanece escondida a la mayoría de la gente (como ocurre en la llamada fantasía urbana de mucha literatura reciente). Ejemplos: Las crónicas de Narnia (C. S. Lewis), Harry Potter (J. K. Rowling), Coraline (N. Gaiman).
▪ Relatos intrusivos (intrusive): transcurren en "nuestro mundo" al cual se introduce alguna fuerza claramente sobrenatural que se vuelve conflictiva. No hay familiaridad inmediata con el elemento fantástico, que es algo que debe ser derrotado, superado o resuelto de alguna manera para que se restablezca el status quo. Muchas narraciones de terror utilizan este tópico. Una variante se observa en cierta literatura infantil donde ocurre un episodio sobrenatural que es incorporado a la cotidianeidad realista del resto del relato, incluso en relación con el humor. Ejemplos: Matilda (R. Dahl), Drácula (B. Stoker), El resplandor (S. King), "El siniestro del ecuador" (S. Ocampo), "La máscara de la muerte roja" (E. A. Poe),
▪ Relatos liminales (liminal): también ocurre en un mundo reconocible para el lector pero imperan la duda y la incertidumbre acerca del elemento sobrenatural (si es que podemos llamarlo así). El protagonista suele sentirse víctima de una situación que no logra controlar y el tono se orienta hacia el suspenso o terror. Esta categoría se acerca más a lo que Todorov llamaba "fantástico" en tanto la confirmación sobre la naturaleza de la amenaza queda en suspenso. Ejemplos "Casa tomada" (J. Cortázar), Otra vuelta de tuerca (H. James), "En la estepa" (S. Schweblin).
Mendlesohn aclara que existen obras híbridas. Su teoría tiene la ventaja de explicar en términos graduales la literatura fantástica y abarcar una enorme cantidad de textos; sus categorías son, además, extrapolables a otras producciones como el cine y la televisión que los alumnos toman como referencia.
Para usar el fantasticómetro
1. Leer algún cuento, comentar alguno ya leído o alguna película que reconozcamos como caso de relato fantástico.
2. Hacer preguntas que apunten a características específicas de alguna de las cuatro categorías. Desplazar la flecha medidora según se vayan descartando las posibilidades. Anotar respuestas a modos de argumentos que permitan sostener una hipótesis sobre la pertenencia del relato leído a alguno de estos tipos.
Preguntas sugeridas
▪ ¿Sabemos si hay una fuerza sobrenatural dentro de lo que se narra?
▪ ¿El relato transcurre en un mundo que reconocés como el tuyo?
▪ ¿Cómo reaccionan los personajes o el narrador ante lo sobrenatural?
▪ ¿Qué sabés vos (lector) sobre lo ocurrido cuando la historia concluye? ¿Te quedan preguntas sin responder?
Bibliografía
Clute, J. y Grant, J. (1997): Encyclopaedia of Fantasy. Nueva York: St. Martin's Press.
Gandolfo, E. (2005). Prólogo. Introducción
a la literatura fantástica. Buenos Aires, Paidós.
Jackson, R. (1986): Fantasy: literatura
y subversión. Buenos Aires, Catálogos.
Martínez,
C. (2013): Teoría de la
literatura fantástica: entre la huida y la subversión. Mecánico unicornio. Disponible en: http://mecanicounicornio.com/2013/12/teoria-de-la-literatura-fantastica-entre-la-huida-y-la-subversion/
Mendlesohn, F. (2008): Rhetorics of fantasy.
Middletown: Wesleyan University Press.
Roas, D. (2001): La amenaza de lo fantástico. En: Roas, D. (comp.). Teorías de lo fantástico (pp. 7-46).
Madrid, Arco Libros.
Todorov, T. (1968): Introducción a la
literatura fantástica. Buenos Aires,
Paidós.
Lucas Gagliardi es graduado de las carreras de Letras por la Universidad Nacional de La Plata y Especialista Docente de Nivel Superior en Escritura y Literatura por el Instituto Nacional de Formación Docente. Se desempeña como profesor en institutos de formación docente y escuelas secundarias. Ha publicado trabajos de investigación sobre literatura en lengua inglesa desde la perspectiva comparatista y genética. Ha participado de la edición de publicaciones científicas, materiales didácticos y materiales para la formación docente. Forma parte del programa de voluntariado universitario de la Facultad de Trabajo Social (UNLP) en articulación con la Biblioteca Ambulante del Hospital de Niños dictando talleres de lectura y escritura.